¡Nos fuimos al pasto!

Nunca estaremos exentos a tener algún problema mecánico con el auto camino a las vacaciones, menos aún si no seguimos el mantenimiento del auto a raja tabla. Nos puede pasar quedar “tirados” en la banquina esperando al auxilio mecánico y maldiciendo al pobre auto mientras tu familia te pregunta:

¿Tendrá nafta? Entonces, para estar preparados ante este drama universal y no quedarse sin cónyuge, es importante saber quedarse detenido a medio camino y estar protegido ante un eventual daño mayor. Uno tiene la tentación de ir por los carriles de la izquierda aunque haya poco tránsito o las demás vías estén vacías.

Eso es un gran error. Ante cualquier falla mecánica o detención repentina, para llegar a la banquina habrá que atravesar todos los carriles exponiéndose a un gran riesgo. Si se circula por la derecha, la banquina está a solamente una corta maniobra.

Si pinchamos un neumático o el motor se para, hay que reaccionar rápido: accionar la luz intermitente de emergencia (mal llamadas balizas), tratar de no pisar el freno (el auto se irá deteniendo solo) y ver por el espejo retrovisor y buscar la banquina con la inercia de la velocidad que se llevaba. Con las luces siempre accionadas, colocarse el chaleco refractario y sacar las balizas triangulares. ¡Sí! Esas que nunca usamos y que están llenas de tierra pero que pueden salvarnos la vida. Se colocan aprox. a 150 y 75 metros detrás de nuestro auto. Una piedra o un taco de madera sobre la base en cruz, evitará que las balizas plásticas y demasiado livianas se caigan si hay mucho viento.

Las balizas son el único modo para avisarle a los que vienen detrás -generalmente a alta velocidad- que hay un auto en problemas, por eso su uso es vital, además de obligatorio.

Claro que a veces no hay banquina -suele ocurrir en zonas de puentes- o no se puede llegar a ella porque el motor se «plantó». Es ahí cuando las cosas se complican y lo mejor es que todos abandonen el auto y avisar de inmediato al concesionario de la autopista o ruta para que envíen un auxilio. El aviso telefónico, puede acompañarse -siempre a resguardo del resto de los vehículos- de señas que indiquen la disminución de la velocidad de marcha y el debido cuidado, para que el tránsito entre en alerta de una situación poco común más adelante.

Jamás quedarse en el auto. Nunca tratar de empujarlo a pie hasta la banquina y por sobre
todo…mantener la calma y dar aviso. Es cierto que son situaciones a las que no estamos acostumbrados pero que, más allá de lo nuevo o viejo, de lo caro o barato o de lo antiguo o moderno de nuestro vehículo, nos pueden pasar. 


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