Manual del buen peatón

Por Carlos DÍAZ FILGUEIRA

En general, cuando hablamos de seguridad vial nos referimos a los vehículos de todo tipo y sus conductores. De la misma manera echamos sobre ellos un sinnúmero de responsabilidades respecto a las consecuencias que ocasionan su uso. Solemos victimizar el peatón.

Dicen, que, en la Antigua Mesopotamia, actual territorio de Irak, un campesino estaba moliendo granos para producir harina con una piedra circular de considerable tamaño y peso. Le había hecho un orificio en su centro y por allí había introducido un tronco de madera con el cual la hacía girar en una trayectoria elíptica. Con este elemento había logrado aumentar su producción de harina asombrosamente, superando por supuesto la cantidad de grano que podía moler en un simple mortero. No se sabe que pasó, pero, quizás para trasladar, en algún momento este hombre agregó al otro extremo del eje otra piedra circular y creó un tren de rodamiento. Ingeniosamente montó una superficie y comprobó que podía transportar sobre ese “carro” mucha más carga que sobre sus hombros o sobre el lomo de su mula. La Humanidad había dado un paso gigante hacia el futuro.

Los carros fueron evolucionando, según los usos y las regiones que los incorporaban, permitiéndoles mayores cargas, velocidades, confort, tamaños y hasta para fines bélicos.

Y en algún momento la gente se percató que podía transportarse con más velocidad y múltiples beneficios, pero, desde otro punto de vista había aumentado significativamente los riesgos, y las víctimas también. Sabemos que ya en la Roma Antigua el transporte producía molestias y accidentados por cuanto debieron dictar normas para regularlo.

Pero, hablemos del peatón.

La definición dice: El peatón es el individuo que, sin ser conductor, transita a pie por espacios públicos.

Son también peatones quienes empujan o arrastran un coche de niño o de impedido o cualquier otro vehículo sin motor de pequeñas dimensiones, los que conduce a pie o ciclo o ciclomotor de dos ruedas y los impedidos que circulan al paso en silla de ruedas, con o sin motor. ​

Por ende, TODOS SOMOS PEATONES.

Entonces, un peatón es una persona que se desplaza a pie o que utiliza transporte como patines, patinetas, coches de niños, rodados propulsados por menores de 10 años, que no ocupen más espacio que el necesario para los peatones, ni superen la velocidad del paso, etc.

Un peatón también puede ser una persona que está discapacitada y usa una silla de ruedas.

Los peatones, dentro de los modos de transporte es además el más versátil. Estos pueden moverse libremente sobre las superficies. A diferencia del transporte férreo, por ejemplo, que requiere una infraestructura muy compleja para operar, los peatones requieren apenas una superficie afirmada para poder transitar. Pueden además transitar por espacios muy angostos.

Los espacios para su circulación dentro de las calles en las ciudades es la acera. También existen zonas destinadas al tráfico de peatones que no están ligadas a carreteras. Si están en zonas silvestres o montañosas, suelen llamarse senderos, y en algunos de estos los peatones comparten la vía con ciclistas y jinetes. Algunas calles son denominadas peatonales, y están reservadas para uso exclusivamente pedestre. Son más frecuentes en zonas comerciales o turísticas.

En las calles peatonales o semipeatonales, de tránsito vehicular restringido, rigen internacionalmente velocidades máximas de entre 15 y 20 km/h. Esa velocidad se ha fijado arbitrariamente o tiene un basamento lógico ¿

La velocidad de un peatón oscila entre 3 y 4,5 kilómetros por hora en caminata. Trotando o corriendo, la velocidad puede ser superior a 10 km/h. Precisamente las bajas velocidades de los peatones hacen que las distancias que puedan recorrerse sean muy reducidas. Otra limitación del modo es, que, al no estar asociado con un vehículo, la capacidad de carga es reducida (en una bicicleta o un automóvil se pueden cargar más cosas).

El hombre es una de especies más lentas sobre la Tierra. Si desarrolla una velocidad entre 3 y 4,5 kilómetros por hora, la contextura de su cuerpo no puede soportar la recepción de energía cinética que supere esos parámetros. Estamos constituidos por un setenta por ciento (70 %) de líquidos. Tampoco resiste energía eléctrica, química, termal o radioactiva que supere la que naturalmente existe en el medio ambiente.

Es por eso que una persona arrollada a una velocidad superior a los 20 km/h puede sufrir serias lesiones y perder la vida. Y en eso van a gravitar elementos como el peso (masa más gravedad), su estado físico general y su edad.

Claro, estamos entre los más lentos del planeta, pero, dicen, que somos la especie más inteligente. Por eso fuimos capaces de conocer leyes de la física universal y por ejemplo decir que “…la inercia es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo o movimiento. Un cuerpo conserva su estado de reposo o movimiento si no hay una fuerza actuando sobre él…”. Y entonces un genio como Nils BOHLIN, ingeniero sueco, inventa, allí por 1959 el cinturón de seguridad.

Tengo el cinturón de seguridad que evita mi muerte en el cincuenta (50 %) por ciento de los siniestros y no lo uso. No demuestro ser la especie más inteligente.

Es cierto que aplicándole fuerza a mu vehículo lo convierto en un elemento peligroso, y para minimizar los factores de riesgo deberá cumplir con normas –hoy reglamentarias, es decir: de cumplimiento obligatorio-, y su incumplimiento traerá aparejadas sanciones debidamente previstas.

Y en el caso de los peatones ¿Por ejemplo en Argentina no existe la previsión de sanciones aplicables a un peatón? Pero sabemos que las acciones de los peatones ponen en peligro de vida y/o son detonantes de hechos lamentables.

Por eso, cuando hablemos de seguridad vial debemos hablar de los peatones y las normas a que estos deberán sumirse.

Los peatones deberán transitar cumpliendo las siguientes normas:

. En las zonas urbanas únicamente por las aceras y por su derecha, de acuerdo al sentido de circulación u otros espacios habilitados a este fin, debiendo mirar a la izquierda – derecha – izquierda, con paso rápido, sin correr, ni detenerse, realizar el cruce.

. En las encrucijadas por la senda peatonal, o por la parte de la calzada que prolonga la acera en sentido longitudinal, estando totalmente prohibido realizar el cruce el cruce de la calzada por cualquier otro lugar, ni esperar sobre ella la habilitación de paso.

. En las zonas rurales en sentido opuesto al de circulación de vehículos, lo más alejado posible de la calzada.

  • Cruzar por los puentes peatonales, donde existan.
  • Nunca cruzar la calzada corriendo y menos por la mitad de la cuadra.
  • Nunca, pero nunca cruzar entre los automóviles estacionados y/o en movimiento.
  • Donde no hay aceras, caminar por el lado izquierdo, de frente al tránsito

. Las calles sólo deben cruzarse por las sendas peatonales demarcadas en las intersecciones, por la prolongación imaginaria de la vereda, en caso de ausencia de la misma y no por medio de la calzada o en forma diagonal.

. Para que los peatones puedan hacer el cruce, los conductores de vehículos deben detenerse, antes de la línea de frenado.

. Si la luz del semáforo está en rojo para los vehículos de la arteria que se pretende cruzar, recién se puede iniciar el cruce del mismo.

. En vías donde existan semáforos para los vehículos, cuando tengan luz verde los que circulan en su misma dirección.

. Debe cruzar cuando a su frente tenga un semáforo peatonal que lo habilite y no debe hacerlo cuando el semáforo peatonal, tiene a su frente está la luz roja o silueta en posición de parada.

. Si sólo existe semáforo para los vehículos, cuando tengan luz verde los que circulan en su misma dirección.

. Si el semáforo no está a su vista, lo harán cuando el tránsito que circula por la calzada a cruzar, esté detenido.

. Si no está seguro de cuánto tiempo lleva encendida la luz roja, es mejor esperar a que cambie y que vuelva a encenderse, para iniciar con total seguridad la marcha, siempre que no exista un semáforo peatonal, que nos indique titilando la proximidad del peligro de cambio.

  • Antes de todo, necesitamos conocer y respetar las señales del tránsito, hechas para nuestra propia seguridad.
  • Las calles no son para jugar, se juega siempre en los espacios de recreación.
  • Tener en cuenta el color de ropa que vestimos, recordando que, si es de noche, y llueve, la ropa oscura no es vista por los conductores.
  • No se debe viajar en los escalones de los colectivos o buses, dado que uno puede caer y lesionarse o morir.
  • No hay que cruzar la calzada, sin advertir la presencia del vehículo que circula, en especial en aquellas arterias que carecen de semáforos y/o agentes de tránsito.
  • Tener siempre presente de la obligatoriedad de cruzar las arterias por la senda peatonal si existiera, o por la prolongación imaginaria de la vereda.
  • Los peatones deben transitar en fila india por la senda peatonal, sin entorpecer su recorrido con elementos de gran tamaño que se porten.
  • Los peatones en zonas rurales, deberán transitar por zonas alejadas de la calzada o por la banquina, en sentido opuesto al tránsito vehicular.
  • Los conductores de cualquier clase de vehículos que deban salir a, o desde la vía pública, o deba atravesar aceras u otros lugares, destinado al tránsito de peatones, tienen obligación de cederles el paso, avanzando a paso de hombre y evitando alarmar o molestarlos.
  • En todo siniestro producido en las zonas de tránsito peatonal, se presume la responsabilidad del conductor, que hubiera intervenido en el mencionado siniestro.
  • Todo conductor que se aproxima a una encrucijada no semaforizada, debe ceder el paso, en todo momento y circunstancia, a los peatones que iniciaron el cruce de la calzada por la senda peatonal señalada a tal fin.
  • Todo conductor si es necesario, debe detener por completo el vehículo, a fin que los peatones puedan cruzar a marcha normal y sin molestias.

NO DEBEMOS…

  • Detenerse en las aceras de forma que impida el paso a los demás, a no ser que sea inevitable para cruzar por un paso peatonal o subir a un vehículo.
  • Caminar por el cordón de la vereda o muy próximo a él.
  • Cruzar con el semáforo para los peatones en rojo y ello, aunque no circulen vehículos por la calzada.
  • Salirse de las sendas peatonales, que delimitan el paso de los mismos.

LO QUE DEBEMOS HACER…

Los peatones transitarán:

  1. En zona urbana:
  1. Únicamente por la acera u otros espacios habilitados a ese fin.
  2. En las intersecciones, por la senda peatonal.
  3. Excepcionalmente, por la calzada, rodeando el vehículo, los ocupantes del asiento trasero, sólo para el ascenso/descenso del mismo. Las mismas disposiciones se aplican para sillas de lisiados, coches de bebés, y demás vehículos que no ocupan más espacio que el necesario para os peatones, ni superen la velocidad que establece la reglamentación.
  4. Esperar sobre la vereda, sin bajarse a la calzada, mientras se espera para cruzar.
  5. Si los vehículos circulan para un lado y para el otro, calle de doble sentido de circulación, es necesario asegurarse que se ha observado bien a los vehículos que circulan en ambos sentidos.
  1. En zona rural:
  2. Por sendas o lugares lo más alejado posible de la calzada. Cuando los mismos no existan, transitarán por la banquina en sentido contrario al tránsito del carril adyacente.
  3. Durante la noche portarán brazaletes u otros elementos reflectivos para facilitar su detección.
  4. El cruce de la calzada se hará en forma perpendicular a la misma, respetando la prioridad de los vehículos.
  5. Caminar por la izquierda en el sentido dela marcha, lo más alejado posible del cordón cuneta de la ruta.
  6. Si se va en grupo circular uno detrás del otro, o sea en fila indica.
  7. Si se necesita cruzar de un lado a otro, es necesario poner mucha atención, ya que aquí los vehículos circulan a mayor velocidad y para los niños pequeños y personas de edad puede ser un poco complicado calcular la distancia. En caso de duda es mejor esperar.
  • En zonas urbanas y rurales si existen cruces a distinto nivel con senda para peatones, su uso es obligatorio para atravesar la calzada.
  1. Cruzar por curvas o lugares en los que existan árboles, edificios u otros objetos que oculten a los conductores la presencia del peatón.
  2. Salir de entre los vehículos estacionados, ya que ello podría ocultar al peatón (A los conductores no olvidar la leyenda: “Siempre detrás de una pelota viene un niño…siempre…”
  3. Atravesar un paso a nivel con barreras cuando se encuentran cerradas o bajadas.
  4. Atravesar un paso a nivel sin barreras cuando se divise, aunque se a lo lejos, la presencia de algún tren.

Por último, repasemos nuestra Ley Nacional de Tránsito, Nº 24.449 aprobada el 23 de diciembre de 1994:

          En su artículo 9º, dice:

ARTICULO 9º — EDUCACION VIAL. Amplíanse los alcances de la ley 23.348. Para el correcto uso de la vía pública, se dispone:

a) Incluir la educación vial en los niveles de enseñanza preescolar, primario y secundario;

b) En la enseñanza técnica, terciaria y universitaria, instituir orientaciones o especialidades que capaciten para servir los distintos fines de la presente ley;

c) La difusión y aplicación permanente de medidas y formas de prevenir accidentes;

d) La afectación de predios especialmente acondicionados para la enseñanza y práctica de la conducción;

e) La prohibición de publicidad laudatoria, en todas sus formas, de conductas contrarias a los fines de esta ley.

f) Las autoridades de tránsito deberán realizar periódicamente amplias campañas informando sobre las reglas de circulación en la vía pública, y los derechos y las obligaciones de los conductores de rodados de todo tipo y de los peatones. (Inciso incorporado por art. 2° de la Ley N° 25.965 B.O. 21/12/2004).

          Nunca se cumplió lo exigido en los incisos a, b, c, d, y f).

          Estamos formando –desinformando- generaciones de ANALFABETOS VIALES. Una persona que no conduce y debe obtener una licencia no recibe educación vial en Argentina.

          Mientras que no modifiquemos esta realidad los índices accidentológicos, lamentablemente, no disminuirán. Quejándose solamente no se logra nada.

isprevi