Por Carlos DÍAZ FILGUEIRA
Presidente INSTITUTO SUPERIOR de PREVENCIÓN VIAL – ISPREVI
Permanentemente repetimos que mantener la atención mientras uno conduce es esencial para evitar siniestros de tránsito.
La mayoría de los incidentes son fruto de distracciones, y lamentablemente, algunos tienen como consecuencia heridos graves o fallecimientos.
El INSTITUTO SUPERIOR DE PREVENCIÓN VIAL – ISPREVI, consciente de estas situaciones, y profundo conocedor de las distracciones más comunes que afectan a los conductores, suele ofrecer consejos para, en lo posible, poder combatirla.
Uno de los últimos consejos que ha ofrecido en sus redes tiene que ver con un comportamiento que es muy habitual y del que no todo el mundo registra, resultando especialmente peligroso dado que puede acabar provocando percances muy serios que afectan a la seguridad vial.
No solo el teléfono celular nos distrae cuando conducimos, hoy estamos advirtiendo sobre el “efecto mirón”, una reacción muy propia de la curiosidad humana y que debemos evitar a toda costa.
El “efecto mirón” sucede cada vez que nos encontramos con un accidente en la ruta o autopista y giramos la mirada para observar todo lo que ha ocurrido, todo ello sin dejar de conducir, algo peligroso que puede acabar generando otro percance.
La mayoría de los siniestros que se producen en una situación como esta son colisiones por alcance. Además, hay que tener en cuenta que si son varios conductores los que se distraen se puede formar una reacción en cadena que termine con varios vehículos afectados.
Otro aspecto preocupante del “efecto mirón” es que los conductores suelen tener una postura forzada cuando colisionan, ya que están mirando por la ventanilla o con el cuello inclinado para observar mejor. Estas posturas pueden provocar daños físicos muy serios.
En Europa, estas distracciones se sancionan con multas elevadas, y en Alemania pueden llegar hasta la detención preventiva del “peligroso curioso”.
Especial recomendación al personal policial que interviene en siniestros viales: señalizar adecuadamente la zona, estacionar los vehículos en lugares notorios con baliza encendida, y caminar protegiéndose permanentemente de los automotores que avanzan, aunque estos lo hagan a baja velocidad… Los peritos en accidentología deben extremar tales cuidados y solamente, luego de asegurar el perímetro donde actuarán, comenzarán sus tareas.