Lo primero que se nos viene a la cabeza es el tamaño. Y está bien. De acuerdo al tamaño entre los tipos de moto, se empleará un motor más pesado y poderoso. Cuanto más pesado y poderoso… más posibilidad de desarrollar velocidad va a tener. Y cuanta más velocidad posea, más riesgo traerá para el conductor, acompañante o terceros.
Para nuestra Ley de Tránsito, un ciclomotor es una motocicleta de hasta 50 centímetros cúbicos de cilindrada (tamaño de motor) y que no pueda exceder los 50 km/h de velocidad.
Mientras que una motocicleta va a superar ambos datos. Es decir, el límite está ahí… en el 50.
Para que la Ley haga esta diferenciación tan peculiar seguramente es porque quiere sentar parámetros que luego usará para determinar quienes pueden conducir una motocicleta y quienes no, quiénes pueden viajar con acompañante y quienes no, qué edad debo tener para conducir tal o cual vehículo, etc. etc.
Lic. Federico González