17 de agosto – Día mundial del peatón
Por Federico González | Licenciado en Accidentología y Prevención Vial
ALGUNOS DATOS
Las/os peatones constituyen el grupo más grande de usuarios de la vía, mientras que la caminata es la forma más usada de transporte en las zonas urbanas de todo el mundo. Cruzar la calle… se debe cruzar; siendo esta una de las actividades más peligrosas que puede realizar un peatón ya que existe un potencial conflicto con los demás usuarios de la vía. En esa disputa, el que lleva las de perder siempre es el más desprotegido, aquel o aquella que no es protegido por otra cosa que no sea su propio tejido humano.
La problemática mundial de los siniestros viales es particularmente relevante respecto al tema peatones. Este grupo representan, a nivel global, el 23% de las víctimas fatales por siniestros de tránsito según la OMS. En Argentina, la ANSV registraba para el año 2020, un total de 2.784 siniestros fatales, de los cuales el 10% se caracterizó por ser atropellamiento a peatones. Más datos de la ANSV registran que el 23% de la población argentina declara que cruza la calle en lugares distintos del paso de peatones, siendo que el 87% reconoce dicho aspecto como peligroso. Por su parte, el 31% de peatones declara que, siempre o casi siempre, camina por la vía pública entre automóviles mal estacionados, arreglos en las veredas y otras situaciones incómodas. Asimismo, pese a que el 84% de los peatones percibe la acción como muy peligrosa, 4 de cada 10 siempre o casi siempre realizan el cruce de calle transgrediendo la señal del semáforo.La mayoría de peatones (entre 89% y 95%) muestra un alto conocimiento sobre la peligrosidad de realizar todas estas prácticas viales riesgosas que pueden implicar su participación en siniestros viales; sin embargo, una proporción de éstos reconoce que habitualmente incurre en estos comportamientos de riesgo.
Existen numerosas causas que intervienen en esta problemática, siendo las conductas de riesgo por parte de los propios peatones/as y los conductores de vehículos, las más relevantes.
CIUDADES: PENSADAS PARA VEHÍCULOS Y NO TANTO PARA LAS PERSONAS
Una hipótesis sobre por qué los peatones incurren en prácticas viales riesgosas -pese a manifestar que conocen sobre su peligrosidad- se vincula con que éstos no se asumen como parte del entramado vial y, en consecuencia, se consideran exentos de las normas, el control y la sanción. Dicha creencia, construida culturalmente por la prioridad histórica dada a los vehículos, crea hábitos particulares que parecieran colocar a las/os peatones en una situación de “pedir permiso” para circular en la vía pública.
Las/os peatones tienen responsabilidades respecto a su rol en la vía pública.
Los grandes espacios destinados a la circulación de vehículos actúan como barreras para que los peatones puedan asumir su lugar como un actor más dentro de la vía. ¿Acaso termina siendo la vía pública un espacio casi exclusivamente destinado a los automóviles? La histórica y errónea priorización urbana que favorece a los vehículos termina trastocando el comportamiento peatonal; obligando a repensar el diseño del espacio público para integrar a los peatones a un escenario vial seguro y sustentable.
SITUACIONES DE RIESGO VIAL PARA PEATONES: ¿CUÁNDO ES MÁS PELIGROSO CIRCULAR Y POR QUÉ?
Los casos de peatones fallecidos en siniestros viales en Argentina ocurren mayormente los días de semana en el horario comprendido entre las 18:00 y las 21:00 horas (con un marcado pico a las 20:00 hs). Esta regularidad del fenómeno alerta sobre los momentos de mayor exposición al riesgo para peatones y promueve la implementación de acciones para prevenir su ocurrencia. En ese rango horario es cuando los niveles de atención y relajación al volante disminuyen después de una jornada agobiante. No tener sobre las espaldas un límite de tiempo para llegar, la sumatoria de cargas negativas en el estado de ánimo, la incorporación de usuarios de la vía más jóvenes y la circulación de motocicletas destinadas al delivery nocturno, entre otros factores, inciden en la ocurrencia de siniestros viales con participación de peatones.
A diferencia de la noche, durante las primeras horas de una mañana laboral, la prisa vinculada al cumplimiento del horario de entrada a las diferentes actividades (trabajo, escuela, compromisos) refuerzan los niveles de atención y concentración, ayudando a la acción de conducir y caminar de forma más segura por la vía pública. Durante los mediodías y por la tarde, los niveles de exposición al riesgo bajan y el tránsito en general disminuye, ocultando engañosamente cifras que de todas maneras son críticas.
CONDUCTAS DE RIESGO A LA QUE SE EXPONEN LOS PEATONES:
- Cruzar por fuera de la senda peatonal;
- Esperar sobre la calzada y no sobre la acera;
- Transgredir el semáforo;
- Cruzar calles en diagonal y/o de forma apurada cuando se visualiza que se acerca un vehículo.
CONDUCTAS DE RIESGO A LA QUE SE EXPONEN LOS CONDUCTORES:
- No ceder el paso a peatones;
- En los casos que cedan el paso lo hacen sólo ante la presión de peatones frente a la intención de cruce;
- Por lo general los automovilistas, cuando ceden el paso, lo hacen luego de realizar leves movimientos de avance hacia los peatones generándoles una situación de presión y apuro.
CONSEJOS PARA INCREMENTAR LA SEGURIDAD VIAL EN PEATONES Y CONDUCTORES:
Peatones:
- No realizar el cruce de la calzada si se estima que no se completará antes de que la luz habilite nuevamente el paso de los vehículos en espera.
- En zonas rurales se recomienda a los peatones el uso de prendas de vestir de colores claros o bien el uso de elementos retro-reflectivos que facilita la visión de terceros usuarios motorizados.
- En zonas de cruce de autopistas, semi-autopistas o rutas, es recomendable impedir el cruce de estos caminos por cualquier lugar que no sea un elemento destinado para tal fin, como puentes peatonales elevados o subterráneos.
Conductores/as de vehículos:
- No comenzar su marcha hasta que la luz del semáforo a su frente se lo permita. Pasado esto, debe observarse la acción de peatones que pudieran estar rezagados en su cruce y recién allí emprender la marcha.
- La prioridad del peatón es absoluta. Todos los vehículos que circulan por la vía pública deben cederle el paso a peatones, independientemente de si éstos cumplen con la obligación que les incumbe.
- Para el transporte de carga es necesario intensificar los controles en la visión que tiene el conductor desde su posición de conducción. La pronunciada altura de las cabinas puede ocasionar puntos ciegos que impida divisar peatones.