Por Federico González
Licenciado en Accidentología Y Prevención Vial
INCIDENCIA ESTADÍSTICA EN LA FALTA DE USO DE CASCO PARA LOS CASOS DE LESIONES MORTALES EN MOTOCICLISTAS
El parque vehicular argentino se compone en su mayoría por automóviles (64%) y
motocicletas (34 %); y el resto son acoplados y maquinarias (2%). Pero según la
región del país, la distribución cambia considerablemente ya que en el NEA y NOA el
56% y 51% lo acaparan las motocicletas respectivamente. Por otra parte, la mayoría
de las víctimas fatales a causa de siniestros viales en Argentina se da en hombres (8
de cada 10), más precisamente jóvenes de 15 a 34 años y ocupantes de motos. Por
ejemplo, durante 2019, en el norte argentino, 7 de cada 10 fallecidos se trasladaban
en moto.
Siguiendo con datos elaborados por la ANSV de 2019, la cantidad de motocicletas que
circulan con todos sus ocupantes protegidos mediante el uso del casco en Argentina
asciende al 64,2%; aunque la cifra desciende en el NEA y NOA; allí el uso es 60,2% y
51,2% respectivamente. Según datos preliminares del primer semestre de este 2021,
del total de víctimas fatales en siniestros viales en el país, el 48% fueron ocupantes de
motocicletas (810 personas) y el 52% (865 personas) otros usuarios de la vía.
Los motociclistas son considerados usuarios vulnerables de las vías, y ello se debe a
la desprotección de su cuerpo ante una eventual colisión. El uso de casco reduce en
un 40% la posibilidad de morir en un siniestro de tránsito y en hasta un 70% la
gravedad de las lesiones de cráneo. Por ello, la utilización obligatoria del casco y la
recomendación del uso de otros elementos de seguridad como ser guantes, campera
de protección, calzado adecuado, etc., es fundamental para la seguridad de este
sector de la población.
¿CÓMO FUNCIONA EL CASCO PROTECTOR EN LOS CASOS DE GOLPES
SOBRE LA CABEZA?
El casco de motocicleta absorbe parte de la energía del impacto con su estructura,
provocando que el cerebro de su portador/a golpee contra el cráneo con menos
fuerza. El casco dispersa la fuerza del impacto en una superficie más grande por lo
que la energía del choque no se concentra sólo en un sector de la cabeza. Es una
barrera que evita el contacto directo entre el cuero cabelludo y la superficie de impacto
(cordón de vereda, cinta asfáltica, otro vehículo, árbol, etc.)
Su estructura está formada en cuatro componentes básicos:
– El casco exterior rígido. Distribuye la fuerza del impacto en una superficie más
grande y brinda protección a la cabeza procurando evitar la penetración de la misma
por objetos externos mientras cubre las partes internas del casco.
– La capa interna de absorción de impacto. Formada por un material que amortigua y
distribuye la fuerza del impacto.
– El relleno de confort. Es el material acolchado situado en el interior más próximo a la
cabeza que brinda confort y contribuye a que el casco se mantenga fijo, sin
movimiento.
– La correa de retención. Asegura el casco a la cabeza evitando que se desprenda en
caso de un impacto. Para que el casco actúe eficazmente es fundamental que esté
correctamente colocado, y que sea del tamaño acorde a la cabeza, quedando fijo y sin
movimiento. El casco deberá ser reemplazado luego de un choque y/o después de 3 a
5 años de uso, según especificaciones del fabricante.
Para un motociclista circular con casco es vital siempre, ya sea a baja velocidad, por
trayectos cortos o en ciudad o ruta. Es el elemento de seguridad que, correctamente
abrochado al mentón, de buena calidad y sin impactos previos, le garantizará a los/las
ocupantes de una motocicleta una más que considerable reducción de riesgo de
fallecimiento ante un siniestro vial.