El uso del cinturón de seguridad

¡Me arruga la ropa!

Desde 1992 es obligatorio en nuestro país el uso del cinturón de seguridad, tanto para el conductor como para sus pasajeros. Lo dispone la Ley de Tránsito en el inciso K del Artículo 40, con la finalidad de aumentar la seguridad ante eventuales accidentes de tránsito y así reducir las muertes y lesiones.

Al viajar en un vehículo, sus ocupantes se desplazan a determinada velocidad. En un choque el auto se detiene violentamente, pero sus ocupantes siguen desplazándose a la misma velocidad con la que
viajaban, hasta que se estrellan contra el tablero, el volante o entre sí. Los órganos del cuerpo de los ocupantes también chocan entre sí dentro del cuerpo, con peligro de producirse lesiones internas. A una velocidad aproximada de 20 km/h nuestro cuerpo es lanzado contra el volante, el parabrisas y el tablero con una fuerza que equivale a 6 veces el peso del propio cuerpo. Esto aumenta a velocidades mayores; a 50 km/h es como caer de frente desde un 4º piso.

El cinturón debería ser visto como una herramienta indispensable dentro del habitáculo de un vehículo.

El sólo hecho de pensar que es un elemento que va a mantenernos firmes al asiento del auto para que no nos vayan a buscar los bomberos a varios metros, deberíamos tomarlo en serio y usarlo. Está analizado y comprobado por muchos organismos públicos y privados a nivel mundial, que su uso es de vital importancia para la prevención de daños físicos a las personas y que es el elemento de seguridad del automóvil más exitoso en términos de vidas salvadas desde su puesta en marcha.

Debe estar ceñido al cuerpo. Para esto, no se debe utilizar ropas demasiado voluminosas, como abrigos grandes o camperones; La parte superior de la cinta debe pasar por la clavícula, entre el cuello y el hombro; nunca por el cuello solamente, porque se podrían causar lesiones graves en caso de producirse un impacto o vuelco.

Siempre se debe regular el asiento y el respaldo para que queden ambos formando un ángulo más o menos recto y nunca demasiado inclinado, ya que esa posición puede favorecer la aparición del efecto submarino o facilitar que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de fuerte impacto y desplazamiento hacia adelante. El efecto submarino es aquel en el cual el cuerpo, ante un choque vehicular frontal, tiende a irse por debajo de la cinta que está sobre nuestra cintura, ocasionando daños graves en las piernas.

Los cinturones de los asientos delanteros deben ser de tres puntos de sujeción, es decir, una combinación de cinturones abdominal y diagonal, y deberán contar con hebillas de seguridad con un botón de apertura rápida. Es conveniente que los cinturones de los asientos traseros sean del mismo
tipo que los delanteros, de tres puntos. En muchos vehículos cubren solamente la cintura de los pasajeros.

Muy importante es que los bebés deben viajar en sillas de seguridad diseñadas especialmente, debiendo instalarse en el asiento trasero del vehículo. Los niños no deben viajar en las rodillas del conductor o pasajero ni tampoco deben compartir cinturón de seguridad con otro niño o adulto.

Federico González
Licenciado en Accidentología y Prevención Vial
investigacionaccidentologica@isprevi.org

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