(Algunos datos sobre este gran invento)
Ojalá que nunca tengamos que verlos accionados en nuestro auto, no porque sea carísimo su legal reposición en un taller autorizado, sino porque todos sabemos que actúan ante una colisión considerable. Los airbags son elementos de seguridad pasiva de los autos, es decir que se activan sólo
cuando ocurre un accidente. El concepto de bolsa de aire como dispositivo de seguridad tiene su origen en la aeronáutica de la década del ‘30 del siglo pasado, pero recién en los ‘50 se registra el airbag diseñado para vehículos. Luego de idas y venidas, en 1981, en el Salón de Ginebra, se presenta el
Mercedes-Benz Clase S como el primer automóvil en contar con airbag como equipamiento de serie.
Mientras se iban incorporando otras marcas a esta nueva tendencia en seguridad, se veía al dispositivo con algo de desconfianza, por los accidentes menores que causaba el abrupto inflado de la bolsa
mediante el gas comprimido (golpes en el rostro y en el pecho, quemaduras, quebradura de dedos, etc.), hasta que se desarrolló el airbag de inflado progresivo. Al comienzo se creía que el airbag venía a sustituir al cinturón de seguridad, pero se trabajó para concientizar al usuario en el uso de ambos dispositivos porque con ellos se podía reducir considerablemente las secuelas de un grave accidente.
Progresivamente fueron incorporándose los airbags para acompañante, de cortina y laterales; para las rodillas, hasta llegar a los sistemas modernos que detectan mediante sensores el peso y movimiento del cuerpo que ocupa el asiento y se despliegan en consecuencia. Actualmente son bolsas de tejido, de fibra sintética o nylon, que se llenan de nitrógeno cuando los sensores del vehículo registran impactos de 3g.
En un choque, los airbags reducen un 30% el riesgo de muerte de los pasajeros, pero sólo es efectivo cuando se usa junto al cinturón de seguridad. Las bosas se despliegan en unas 30 milésimas de segundo
y aproximadamente a 400 km/h. Por eso es importante utilizar el cinturón de seguridad para no chocar contra ellos y sentir el golpazo en la cara. Si se tiene un accidente y se activan, se va a notar que en el aire queda un polvo blanco, bueno… es el talco que facilita el despliegue de las bolsas y evita que se queden pegadas mientras están guardadas en su compartimento. El airbag frontal delantero, el del acompañante, no es apto para las sillas infantiles; es una de las razones por las que se prohíbe el traslado de menores en ese lugar del automóvil.
En Argentina solo son obligatorios los dos airbags frontales en todos los autos producidos a partir del 01/01/2014. Es importante revisar el estado de los mismos cada cinco años o 120.000 kilómetros, aunque en los vehículos modernos están preparados para durar toda su vida útil. Si llegan a activarse en alguna situación, deben ser sustituidos en lugares autorizados y de manera consciente.
Federico González
Licenciado en Accidentología y Prevención Vial
investigacionaccidentologica@isprevi.org