Consejos para la conducción segura en motocicleta

Por Carlos DÍAZ FILGUEIRA

Presidente INSTITUTO SUPERIOR DE PREVENCIÓN VIAL – ISPREVI; Comisario Inspector (R, PFA) motociclista policial, Jefe Departamento Cuerpo Policía de Tránsito Policía Federal (2006/2006); Miembro titular de la Comisión Nacional de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial de la Nación Argentina (2004 al 2006); Miembro Comité Consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial de la Presidencia de la Nación.

Teoría más experiencia es la clave de una conducción segura, por eso recomendamos que atiendan fielmente esta serie de consejos para descubrir diferentes maneras de aumentar la habilidad y seguridad de conducción.
¿Se ha preguntado porque cuando está rodando en una motocicleta se siente seguro sobre las dos llantas pero cuando se detiene o va a muy baja velocidad tiende a perder el equilibrio y debe sostenerla con los pies?
El equilibrio dinámico de nuestras máquinas se basa en el principio físico del efecto giroscópico que se producen cuando las llantas giran sobre su eje. Es como cuando tomamos una llanta de bicicleta y la hacemos girar sosteniéndola por el eje con las manos. Si intentamos inclinarla mientras está girando notaremos una resistencia grande y que la llanta siempre tiende a mantenerse vertical. Con este ejemplo se pretende entender que tan delicado es ese equilibrio que permite a la moto rodar y a nosotros disfrutar de ella y que, querámoslo o no, determina en gran parte la conducción de nuestras máquinas.
Conducir una moto es más exigente que conducir un automóvil, porque este tiene cuatro puntos de apoyo en vez de los dos que tiene la moto. Esto hace que en un coche sea más difícil de sobrepasar los límites de adherencia, frenado o inercias, que generalmente conducen a desastres, eso sin contar que en la moto vamos más expuestos por lo que corremos más peligros.
Una buena técnica de conducción sobre dos ruedas sumada a la experiencia nos permitirá rodar más tranquilos y seguros sobre nuestras motos y sobre todo a prevenir accidentes y de que situaciones potencialmente peligrosas, no pasen de ser sólo sustos y anécdotas.

Conscientes de que la conducción es el principal elemento de la seguridad activa (la seguridad pasiva son las protecciones como cascos, guantes, chaquetas entre otros). A continuación trataremos algunas técnicas de conducción que facilitarán a comprender mejor la moto, sus reacciones y las posibles consecuencias de cada movimiento que efectuemos para sentirnos más seguros y disfrutar más sin importar si estamos en la ciudad, en la ruta, de noche o de día, con sol o sobre piso mojado. Por ejemplo: estamos circulando en piso mojado y en un cruce se atraviesa un automóvil que ni frenó. Puede ser que nuestra primera reacción sea frenar lo más fuerte que podamos con tan mala suerte que bloqueamos la rueda delantera y se produce lo inevitable, la caída. Luego de la caída queda la psicosis y cada vez que frenemos sentiremos profundo temor.

Si tenemos la posibilidad luego de analizar lo que pasó nos daremos cuenta que al frenar sólo utilizamos el freno delantero y al ejercer demasiada presión sobre él se bloqueó la llanta perdiendo adherencia. Claro, si bien el freno delantero es el que detiene la moto el freno trasero le ayuda a sostener el control y por ello la mejor manera de frenar es dosificar al mismo tiempo ambos frenos para que ninguno de los dos se bloquee logrando un compromiso entre la estabilidad durante el frenado y la adherencia que le permita detenerse en el menor tiempo posible.
Después de esta breve teoría sin lugar a dudas la práctica en que nos ocurrieron situaciones parecidas hizo que podamos conducir más tranquilos y relajados.

USO DEL CUERPO. EL CUERPO Y LA MOTO.
La postura correcta sobre la moto debe mostrarnos con el cuerpo relajado, manos y pies listos para reaccionar y la vista fija en el camino.
Una posición adecuada de nuestro cuerpo sobre la moto nos proporcionará mayor comodidad y seguridad cuando estamos conduciendo porque una correcta posición nos permitirá tener reacciones más rápidas ante cualquier eventualidad que se nos presente.
La regla de oro es que nuestro cuerpo debe tener una posición natural y relajada. Para determinar esto, con la moto apoyada sobre el soporte central, debemos sentarnos en el asiento de manera natural y con los brazos caídos y relajados. A partir de ahí, subiremos y extenderemos los brazos hasta alcanzar el manubrio con las manos. Los pies deben estar colocados sobre los estribos, apoyados en la zona media de la planta. Si nuestra moto no tiene soporte central esto lo podemos practicar circulando a baja velocidad y en un sitio despejado. De esta manera nuestro propio cuerpo nos indicará cual es la posición correcta.

Cualquier posición forzada y “antinatural” como por ejemplo sentarse sobre el asiento del pasajero, es peligrosa porque retardará los tiempos de respuesta de nuestro cuerpo y sentiremos el cansancio más pronto.
Por estas mismas razones es contraproducente viajar tres personas en una moto, que es un vehículo diseñado para dos, porque esta tercera persona, aunque sea un niño, obligará al conductor a forzar la posición del cuerpo.
 Con las manos en el manubrio, en una posición que sea cómoda, debemos estirar los dedos y ajustar las palancas de forma que queden justo abajo, así será más fácil accionarlas y mucho más cómodo.

Manos y brazos: partiendo de la correcta posición del cuerpo sobre la moto explicada anteriormente, debemos hacer la presión sobre los puños del manubrio para mantener con firmeza la dirección para que cualquier desnivel o piedra no nos descoloque la moto pero al mismo tiempo manteniendo los brazos y las manos relajadas para retrasar el cansancio. Para lograr esto, coloquemos las palmas de las manos sobre los puños dejando que se acoplen de manera natural a la inclinación del manubrio. A partir de ahí estiremos los dedos de las manos. Lo ideal es que en este punto los dedos caigan sobre las palancas de freno y embrague, por lo tanto será esta posición la que nos determine la altura a la que debemos ubicar las palancas. Además deben tener la distancia correcta a los puños para que nos permita accionar estos mandos de manera natural. Es una buena costumbre dejar permanentemente los dedos índice y mayor de cada mano sobre las palancas de embrague y freno, sobre todo esta última, lo que nos permitirá accionar los mandos con más rapidez y no perder décimas de segundos vitales mientras los dedos se desplazan hasta las palancas en una emergencia y así evitaremos frenadas bruscas o bloqueos de la rueda delantera al desplazar, con poco control debido a la urgencia, los dedos hacia la palanca de freno. Con el resto de los dedos haremos la presión sobre el manubrio para mantenerlo firme mientras conducimos.

Los pies: La posición correcta de los pies es aquella en la que teniéndolos sobre las estriberas y apoyándonos con la parte media de la planta nos permitan accionar la palanca de cambio y el freno trasero sin necesidad de levantar el pie y desplazarlo. Poner la punta de los pies sobre las estriberas, apoyarlos en los talones con el resto del pie colgando o hacerlos cambios con la parte trasera del pie para no marcar los zapatos sólo hará que nos cansemos más y nos tardemos más en hacer los cambios y frenar, con los peligros que esto puede acarrear. Es por esto que la costumbre de que nuestro acompañante apoye los pies sobre nuestras estriberas dejándonos poco espacio a nosotros puede ser muy negativa para el correcto accionamiento de los mandos y el control sobre la moto. De acuerdo a lo explicado hasta el momento la posición adecuada de la palanca de cambios es aquella que nos permita accionarla, tanto hacia arriba como hacia abajo, sin sacar el pie del estribo y solo necesitarlo moverlo en sentido lateral, para poder utilizar el empeine al accionar la palanca hacia arriba, o la planta en el caso de hacerlo hacia abajo. De igual manera, sucede con la palanca del freno trasero que debe estar a la altura correcta que nos permita accionarlo sin desplazar el pie y que nos quede justo debajo, aunque sin ejercer una presión que calentara el freno trasero y gastará las pastillas o bandas. Además de esto, debemos tener cuidado de que el freno tenga un recorrido y un tanto con el que nos sintamos cómodos y nos permita frenar eficientemente.

Conclusión: Una correcta posición sobre la moto y sobre sus mandos hará que circulemos de manera más cómoda y relajada lo que nos permitirá reducir el cansancio y tener mayor capacidad de reacción ante cualquier eventualidad que se nos presente.

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